Durante los últimos días estamos recibiendo un sinfín de noticias desde Honduras. Los medios hablan de un golpe de estado y el presidente Zelaya está fuera del país, pero ¿realmente se trata de un golpe de estado? ¿Es cierta la imagen que nos están mostrando las televisiones?
No soy el que más entiende del tema, pero intentaré resumir lo que ocurre.
Zelaya pretende reformar la constitución para poder volver a presentarse a presidente. Para reformarla, necesita llamar a asamblea constituyente. Ese era el motivo de su consulta convocada para el pasado domingo, la llamada a constituyentes para que se pudiese reformar la constitución. Dicha llamada a las urnas fue declarada inconstitucional por el Tribunal Supremo, quien mandó a los militares no repartir el material electoral. En Honduras, es el ejercito el encargado de hacerlo. Obedeciendo al poder judicial, los soldados no repartieron el material y salen a las calles de Tegucipalpa previniendo disturbios, esto último según ellos, según el gobierno salió a la calle para dar un golpe de estado como protesta por la destitución de un General.
No creo que el hecho de que el ejercito esté en la calle suponga un gran impacto en la sociedad hondureña. Durante nuestro corto periplo en Honduras comprobamos que el ejército hacía las labores de policía. A nadie pone nervioso ver a un militar por la calle, no es tan extraño, al menos esa es mi experiencia.
El problema viene cuando el presidente sale a la calle, recoge él mismo el material electoral y se lo lleva con un grupo de seguidores.
A partir de ahí viene lo más confuso. Cuando parece que la situación empezaba a tranquilizarse, un grupo de soldados mete a Zalaya en un avión y lo echa a Costa Rica. Justo el día de las elecciones.
Si bien es cierto que el "modus operandi" del ejercito ha sido fuera de la legalidad, no es menos cierto que el comportamiento del presidente lo ha sido de igual modo. Es verdad que en Tegucipalpa se manifiesta la gente a favor de la cuarta urna, pero también me han llegado noticias desde San Pedro Sula de que la ciudad está bastante tranquila y que la gente, temerosa de que Chávez entre en escena, está a favor del "golpe". Lo pongo entre comillas porque me parece que lo que quería hacer Zelaya también era, en cierto modo, un golpe. Desoír al poder judicial y ahora exigir que se respete el Estado de derecho me resulta un poco incoherente, como también me lo parece ver a Hugo Chávez hablando de "golpe de estado troglodita". Habló de putas la tacones, o como se diga.
Honestamente dudo de que la imagen que los medios españoles e internacionales están mostrando del asunto sea justa con la realidad. También se intenta vender como extraordinario el hecho de que se decrete el toque de queda en el país, cuando, según me cuentan, no es que sea el pan nuestro de cada día, pero tampoco es un hecho tan tremendamente espectacular.
No me pongo ni de un lado, ni del otro, tan poca razón lleva el ejército como el presidente. Simplemente digo que el tratamiento informativo que está recibiendo una noticia así, se está dejando llevar por el "amarillismo" y la espectacularidad.
No soy un experto en el país. Apenas he estado una semana en Honduras, pero me bastó ese tiempo para adorar a un país aplastado por la codicia y la incompetencia de sus anteriores dirijentes. Un estado olvidado y unanación rica, abierta, humana y hospitalaria como pocas. Lo peor de todo: el pueblo, que como siempre acabará pagando la incompetencia de sus gobernantes.
Da la sensación de que sería importante contextualizar antes un poco para poder evaluar la situación.
Ruego corrijanme si me equivoco
Gracias Onalia, compañera en Honduras, por la información y las fotos.
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