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Reflexiones sobre Honduras (II)

Sé que no es normal escribir dos entradas en el mismo día, pero tampoco es normal la situación que estamos viviendo.
Acabo de recibir un correo de una compañera que está trabajando en Honduras, más concretamente en San Pedro Sula, la segunda capital del país. Sus palabras han arrojado mucha luz a cuestiones que sospechaba.
La primera y más importante es que los medios nos están vendiendo gato por liebre. Nos venden por golpe de Estado algo que en realidad no lo es. Al parecer, el ejercito se ha limitado a cumplir órdenes del Tribunal Supremo. El poder judicial tomaba así cartas contra Zelaya dado que éste ha ido contra artículos fundamentales de la constitución al desoír la sentencia que le prohibía hacer el referéndum del pasado fin de semana. Así pues, no nos encontraríamos ante una violación del Estado de Derecho, sino todo lo contrario.
En la actualidad los poderes del Estado se dividen en tres, ejecutivo, legislativo y judicial. Desde hace más de tres siglos, este modelo es el más consolidado para que no haya ningún poder que pueda permanecer impune y ejercer como déspota sobre el pueblo. De esta manera, si los poderes son independientes (ojo, importante, independientes) se controlarán unos a otros e impedirán posibles abusos.
Pues bien, esto es lo que ha ocurrido, a mi entender en Honduras. El ejecutivo se pasa de listo al no acatar una sentencia del judicial y tanto éste como el legislativo (congreso) acaban con el poder del primero. Parece de manual ¿no?
Además, si observamos con un poco de detenimiento, lo que ocurre en el país centroamericano no tiene los "síntomas" de un golpe de Estado. Los medios de comunicación funcionan con mediana normalidad (según me dicen desde San Pedro, repito) y el ejército no es quien ostenta el poder, nada más lejos de la realidad. El congreso reunido eligió ayer a su presidente, Micheletti, como nuevo presidente del Gobierno y ojo de nuevo, porque será presidente sólo hasta las elecciones de noviembre y dice que Zelaya será bienvenido cuando quiera regresar siempre que lo haga sin Chávez. No me parece tan antidemocrático, la verdad, aunque probablemente me esté equivocando.
Me cuesta creer que todos los medios y gobiernos se estén apresurando a "condenar" y criticar tan rápidamente todo lo ocurrido. Da la sensación de que se emiten veredictos sin apenas indagar en la situación.
Tener la extraña sensación de creer algo que parece que nadie más cree te hace sentir un poco loco. Supongo que me equivocaré. Si alguno de mis sabios lectores me puede sacar del error, le ruego lo haga.
Gracias a Onalia, compañera en Honduras, por sus fotos y su información.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que te equivoques, Hay que esperar a ver que pasa. De cualquier forma hacen bien en tratar de mantener a Chavez a raya, hasta ahora nadie lo ha logrado en Latinoamerica, donde Chavez a querido se ha metido y sigue allí por ejemplo, Bolivia, Ecuador, Nicaragua etc,
Espero de corazón que todo se resuelva, pero creo que hasta que Chavez ni vuelva a reintaurar su títere en Honduras, no se quedará tranquilo.
Saludos

J. Pedro Marfil dijo...

Gracias "anónimo"!

Ale dijo...

Todo lo que comentas en este artículo tiene una lógica incuestionable, al menos, desde el punto de vista jurídico. Como siempre traes al plano terrenal los masivos y, a veces, incomprensibles bombardeos informativos. Enhorabuena.

Sergi dijo...

Si todo lo que comentas es cierto, no hace sino darme más miedo los medios de manipulación/comunicación de masas. La pregunta es: ¿qué interés hay en vestir la realidad de ficción?