Es cierto que hemos tocado fondo. No es para menos. Después de más de un año destruyendo empleo, todas aquellas personas cuyo puesto de trabajo podía verse afectado por la crisis financiera y la saturación del sector del ladrillo ya se han visto de patitas en la calle. Por lo tanto las cifras de desempleo están a punto de llegar a su máximo, que se prevé en un 20% para este otoño. Así que parece cierta la afirmación de que si no hemos tocado ya fondo, estamos muy cerca de hacerlo.
Sin embargo ahora queda lo más complicado, buscar empleo para todos aquellos que carecen de él. Este proceso promete ser más lento. Si nos ha llevado año y medio llegar a la peor fase de la crisis, quizá nos lleve bastante más conseguir arribar a los niveles de hace unos años.
Es cierto que la economía empieza a dar buenas señales. La bolsa suele ser un buen indicador de cómo se comportará un país y el IBEX comienza a recuperarse. Despacio y tímido, pero se recupera.
España necesita varias cosas para comenzar a levantarse. Primero y más complicado: elaborar un plan económico diverso, para que no todos los huevos estén puestos en la misma cesta y que haga que la economía no sea tan susceptible ante posibles envites. Segundo (y por el momento muy lejano) parece necesitar una reforma en el mercado laboral. Parece que Gobierno y sindicatos se tiran de los pelos cada vez que oyen hablar de esto, pero es más sencillo de lo que parece. Si aumenta la oferta de trabajo y su demanda disminuye, lo normal es que su precio baje. Al igual que si hay mucha leche y la gente no la compra, los ganaderos deberán bajar el precio, si no se contrata y hay mucha gente buscando trabajo, lo normal es facilitar su entrada al mercado de trabajo abaratando sus costes. Es una medida polémica, pero sin duda parece necesaria, lo cual ya ha levantado cierto revuelo interno en el Ejecutivo con sus seguidores y detractores. Parecía que con el nombramiento del nuevo Secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, la reforma podría estar más cerca, pero la ruptura del diálogo social dio con ella al traste.
Obviamente, hay que continuar manteniendo los derechos de los trabajadores, su dignidad, y unas condiciones mínimas, pero es importante saber que, ante el complicado reto de la generación de empleo en ocasiones es necesario apretarse el cinturón. Si todo va bien y los ciclos económicos se cumplen, una vez se recuperen los niveles de trabajo, también se irían recuperando los salarios.
Otro de los puntos es el del despido libre, un tema mucho más complejo que cuenta con muchos menos partidarios.
Mientras Alemania y Francia parece que ya empiezan a salir del bache, la UE dice que a España le costará más. Lo de nuestros vecinos europeos es lógico, a pesar de entrar en recesión, no destruyeron tanto tiempo como nuestro país.
Esperemos que poco a poco la economía de los españoles mejore, al menos, como parece hacerlo el IBEX, por el momento...
5 comentarios:
Dos cosas: Siendo votante de izqdas me pregunto ¿dónde están los sindicatos? Con casi 5 millones de parados se me ocurre ¿huelga general? No sé, yo creo q hay motivos mas que suficientes (quizá falte el más importante, que el ejecutivo sea de dchas); y por otro lado, no soporto que la oposición se esconda tras frases bonitas del tipo "hay que reactivar la economía" o " hay que invertir en I+D para salir de la crisis". O dan soluciones (que hagan una moción de censura y nos digan cuales son sus ideas como opción de gobierno) o que dejen de decir tonterías, bonitas en la forma e inocuas en el contenido.
Eso que parece tan obvio de abaratar el trabajo para que se contrate más me parece una falacia.
El que necesita un trabajador, lo contrata aunque sea más caro porque el empresario siempre acaba ganando dinero. El que no lo necesita, no lo contrata porque no le sale rentable. Aunque se proteja al trabajador, la plusvalía que genera su trabajo acaba en manos del empresario.
Si no se está contratando gente no es, en mi opinión, porque los trabajadores estén sobreprotegidos. El trabajo se ha destruido porque hemos estado viviendo en un mundo donde un enorme porcentaje de personas trabajaba en subnormalidades como diseño de videojuegos, peluquería, segundas viviendas, etc. Cuando la gente pasa de comprar esas cosas (que no es tan difícil pasar de ellas), todo va a la mierda. ¿A que los médicos y los panaderos no se han quedado sin trabajo?
Para mí la solución no es desproteger, sino racionalizar la actividad económica, que deje de estar en manos de neoliberales cuya única ideología es la cultura del pelotazo, del "esta actividad económica no vale para nada, pero la gente la paga y ande yo caliente". Y evidentemente pasa todo por que revisemos todos qué necesita el hombre para ser feliz, aunque eso ya es tela marinera...
Es que esta mañana me he levantado muy comunista, Perico.
Un abrazo.
Estimado Txangurro:
Aunque te parezca una falacia, un empresario no contrata si no obtiene beneficios. Es decir, si gana 40 y le cuesta 50 contratar a un nuevo empleado, no lo contratará. Mientras si el precio de contratarlo o sus beneficios sí que aumentan, será más sencillo que se decante por dar empleo a otra persona.
Por lo demás, es cierto que ha habido mucho empleo de baja calidad que se ha creado en todo este tiempo y que ahora está sufriendo las consecuencias. Aún así, no me parece una "subnormalidad" ser peluquero, por ejemplo. Si no ¿quién nos cortará el pelo? Podríamos hacerlo nosotros mismos, pero el resultado estaría por ver.
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Un abrazo
el ejemplo del peluquero necesita ser acotado ;) me refería al tema de la estética de salón, no al peluquero de a pie que todos necesitamos (a mí me va tocando...)
un abrazo
Aunque ya haya pasado algo de tiempo,es muy bueno el artículo. Va a ser divertido echar la vista atrás dentro de un par de años y ver todo lo que se escribió desde el principio de la crisis, hasta el final (si es que ha llegado para entonces, jeje.)
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