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2010: Europa y Cataluña como piedras de toque.

El 2010 promete ser un año bastante completo. A la presidencia española de la Unión Europea, le seguirá la campaña electoral en Cataluña y los preparativos de las municipales en el resto del país.
Por un lado, el presidente Zapatero se enfrenta a la "crisis de valoración" en la que está inmerso, con los índices de aceptación más bajos desde que llegó a La Moncloa. El jefe del ejecutivo, plantea la presidencia española de la UE como una oportunidad para relanzar su liderazgo evitando cometer los mismos errores que provocaron un fuerte desgaste en la figura de Aznar.

Veremos también cómo actúa la oposición. Si se mantiene de forma pasiva, como bien comentaba José Luis Álvarez, esperando que el desgaste del Gobierno sea cada vez mayor. O si por el contrario decide tomar la iniciativa y liderar un verdadero proyecto constructivo para el país.

Pero el mayor nivel de intensidad política en nuestro país llegará con las elecciones catalanas. Aun no sabemos si el desenlace del culebrón del Estatut llegará a tiempo, pero lo que es seguro es que servirá como arma arrojadiza a los partidos entre los que, por cierto, estará UPyD según se ha confirmado hace poco. Unos comicios que sin duda serán muy interesantes. Veremos qué cotiza más alto para los partidos: la ideologización de los programas electorales o su pragmatismo a la hora de ofrecer propuestas útiles para los ciudadanos. 


El caso catalán servirá también como indicador de cara a las municipales del año próximo en las que los socialistas parece que comenzarán a mover ficha una vez concluya la presidencia de turno de la UE. Mientras, los populares parecen tener parte de trabajo adelantado, al confirmar a buena parte de sus candidatos.
El tiempo dirá si el PSOE no ha perdido seis meses preciosos para posicionar y dar a conocer a sus líderes a nivel municipal, donde en muchas ocasiones, lo que cuenta es la proximidad de quién se presenta y no la gestión global al frente de la Unión Europea. Algo que para muchos ciudadanos, suena demasiado alejado de los problemas del día a día y de sus vidas cotidianas.

2 comentarios:

rrrrr dijo...

Un pequeño puteo de los míos, que yo sé que te gustan:

Establecer una dicotomía entre ideologización y pragmatismo es el mal de nuestra sociedad. En esta llamada época postmoderna ha sido masacrado el propósito de la Ilustración, según el cual los hombres, mediante nuestra inteligencia y el intercambio de ideas, llegaríamos a mejorar nuestra sociedad. Ahora la ideología se considera una paja mental, y los ideales son palabras vacías cuando no simples mentiras.

Las cosas no tienen más ni menos valor que el que dicte el mercado; la verdad no existe, sino solo las opiniones basadas en un conocimiento limitado, pero a pesar de ello indiscutibles. ¡No venga usted con su fanatismo a intentar explicarme nada! ¡Sea usted demócrata y respete mi opinión! ¡No la toque!

Nuestros políticos no dicen nada interesante en televisión (dos frases criticando al otro partido y fin) porque no tienen nada que decir. Si se tiraran dos horas intentando explicarnos qué cambios van a llevar a cabo y por qué son necesarios, los llamaríamos demagogos lavacerebros chavistas castristas.

Y una vez despreciadas hasta este punto la razón y la ética humanas, una vez despreciada la utilidad para solucionar problemas que tiene la conversación entre personas sobre temas de importancia, solo una vez hecho esto, podemos establecer una dicotomía entre ideología y pragmatismo.

J. Pedro Marfil dijo...

Gracias por tu comentario. Llevas razón. El enunciado bien merece una puntualización. En el texto no pretendo aludir a ideales constructivos, más bien todo lo contrario, a aquellos discursos demagogos que pecan de un nacionalismo (tanto de un lado como de otro) que carece de sentido y utilidad para el ciudadano.
Te agradezco mucho que lo hayas mencionado.
Un abrazo