Páginas

It's the scrutiny, stupid!

Nick Clegg, lider de los Demócratas-Liberales británicos, ha suscitado las alabanzas de media Europa al imponerse en el primer debate televisado en el Reino Unido.
Clegg, se motró más pragmático y cercano. Consiguió conectar con los espectadores y todos los medios lo han denominado como el vencedor del debate. Para los demócratas-liberales, aparecer en las pantallas de todo el país supuso una triple victoria: visibilidad, muchos no conocían bien al lider del partido;  notoriedad, Clegg apareció al mismo nivel que sus adversarios; y posicionamiento, ya que pudo mostrar a los ciudadanos su postura y proyecto para el Reino Unido.
Pero, pese a que aún queda mucho para los comicios, el tercer partido tendrá un serio problema el 6 de mayo: el escrutinio uninominal mayoritario, osea, su sistema electoral. 
Reino Unido posee un sistema mayoritario o winner take all.  Este sistema, en el que también se inspira el estadounidense, castiga a los pequeños partidos, más aún que el sistema español. El país se divide en  un número de circunscripciones (variable según la población, en 2010 pasará de 464 a 450), en cada una de las cuales se presenta un candidato de cada partido. Quien gana en cada una de las circunscripciones logra estar presente en la Cámara de los Comunes. 
Este sistema, justo a pequeña escala -el más votado es elegido representante- puede convertirse en injusto o desproporcionado a escala nacional, por ejemplo en 1992, el partido de Clegg, con casi el 20% de los votos a nivel nacional, tan sólo obtuvo un 3% de los escaños y un 7% cinco años más tarde aun obteniendo menos votos (16,8%).

Atentos
En la actualidad los demócratas-liberales, cuentan con 65 representantes en la cámara, casi un 10%, lo que confirma el crecimiento de esta formación, que el próximo mes de mayo serán la clave para la formación de gobierno. Tanto laboristas como conservadores lo saben y por eso no dudaron en alagar al candidato de los "Lib Dem". 
Veremos quién de los dos se lleva finalmente el gato al agua, o mejor dicho, quién se lleva a Nick Clegg al Gobierno. 

No hay comentarios: