Páginas

Carteles electorales

Tras la campaña, es el tiempo de la reflexión. De analizar lo hecho y planificar el tiempo y la situación que queda por delante. Hoy nos detendremos en parte de lo hecho, uno de los apartados irrenunciables de toda campaña: los carteles. 
Puede que, para muchos, pasen desapercibidos, pero en cada periodo electoral inundan las calles y los barrios mostrando imágenes bastante convencionales. En España, la creatividad en este apartado de la campaña, parece brillar por su ausencia. Los rótulos, casi siempre muestran logotipo del partido, lema y casi siempre al candidato. Si evoluciona la telegenia ¿por qué la esencia de la cartelería en España se mantiene estable en el tiempo? Podría decirse que los partidos son bastante conservadores en este aspecto. Veamos algunos puntos interesantes
¿Es necesario que aparezca el candidato? No tiene por qué. En los casos de Rubalcaba y Rajoy, con altísimos índices de conocimiento popular, podría decirse que no es necesario que figuren, en partidos menores o en elecciones en las que el candidato no es tan conocido es positivo recordar y vincular con las siglas. 
Entonces ¿qué hacer? Desde mi punto de vista, la cartelería debería incluirse dentro de la planificación estratégica de la campaña. No sólo en su ubicación estratégica, que ya está muy tenida en cuenta por los partidos, sino también en el tratamiento de la imagen y de su diseño.
Por motivos laborales, pasé el sprint final de la campaña en Barcelona. Allí me llamó la atención la creatividad empleada por CiU, cuyo acabado, podría recordar en cierto modo a carteles de símbolo autoritario, con mirada al frente, bandera y mensaje contundente: 'La nostra força' ('Nuestra fuerza').
Me ha sorprendido la opción del PSC. Sin entrar a valorar los mensajes a comunicar, en las creatividades del partido aparecía Carme Chacón en diferentes circunstancias: trabajando, reuniendose con gente, hablando. La imagen estaba bien tratada, con un acabado en blanco y negro que resultaba bastante agradable y en el que Chacón aparecía mucho más natural que el resto de candidatos.
Además, el PSC sacó a la palestra carteles en los que no aparecía persona alguna, únicamente se apelaba al rojo del partido y se publicaban mensajes que hacían pensar al elector sobre las consecuencias de votar a uno u otro candidato. No era necesario ilustrarlo con ninguna foto. Bastó únicamente resaltar los nombres de ambos candidatos a la presidencia del gobierno. Como todo el mundo sabe, una campaña apenas cambia el resultado de unas elecciones y en Cataluña, tampoco. Si bien es cierto que los resultados del PSC no han sido, precisamente, para tirar cohetes (todo lo contrario que los de CiU), no es menos cierto que han sido los que han mostrado una imagen más cuidada y original en las pasadas elecciones.



No hay comentarios: