Mucho se ha escrito y hablado sobre las habilidades y los errores del Gobierno a la hora de comunicar. Silencios, contradicciones, cambios de criterio... un sinfín de argumentos que dejan en evidencia los progresos hechos en este campo por el anterior gobierno, en el que el presidente procuraba informar de las medidas aprobadas en Consejo de Ministros al menos una vez al mes, nunca eliminó un solo debate sobre el estado de la nación, etc.
Vaya por delante que esta entrada no pretende poner en duda ni una sola de las medidas hechas o dejadas de hacer por el presente Gobierno, eso es harina de otro costal. Lo único que se pretende es hacer un breve análisis sobre el aspecto comunicativo. Tan simple como necesario.
Entre todos los miembros del gobierno, destaca la figura del ministro de economía y competitividad, Luis De Guindos, que ni le teme ni huye a dar la cara frente a periodistas y diputados. Sus habilidades comunicativas de las que ha dado ya buena prueba, causan el reconocimiento incluso entre los miembros de la oposición.
Es uno de los ministros que en más ocasiones (si no el que más) ha comparecido en las comisiones parlamentarias a petición propia, cuestión de agradecer si tenemos en cuenta que el propio presidente del Gobierno se ausenta del Congreso en sesiones con un valor significativo.
Asistió a una entrevista con Ana Pastor y la solventó con garantías. No rehuyó ninguna pregunta y supo explicar bien a través de argumentos y razones. Ni si quiera se arrugó al ser preguntado por su pasada pertenencia a Lehman Brothers, respondiendo sin titubeos ni contraataques contraproducentes.
Posee una comunicación no verbal importante. Trasmite a través de sus gestos, sus manos y su mirada, acompañando de una manera coherente y aportando credibilidad a su mensaje.
Del mismo modo, su célebre muletilla 'como ustedes saben' da un matiz 'pedagógico' a sus intervenciones, que adquieren un tinte más explicativo que argumentativo, probablemente herencia de su etapa docente en la Universidad de Navarra.
Otra de sus cualidades -que a estas alturas resulta un aspecto básico, pero que lamentablemente no cumplen todos los Ministros del Gobierno- es la de su manejo del Inglés. De Guindos posee una buena comprensión y expresión en el idioma británico lo que le confiere una mayor independencia a la hora de afrontar negociaciones en el ámbito europeo o comparecencias internacionales a las que se enfrenta cada semana.
Así pues, da la sensación de que la comunicación del ejecutivo debería canalizarse, como mínimo, como lo hace el ministro de Economía. Sin aspavientos, sin dudas, explicando a los ciudadanos por qué se toman las medidas y aportando argumentos en lugar de excusas.
No se trata de lanzar grandes campañas o desarrollar esfuerzos titánicos, se trata de responder a las espectativas. La oposición acusa al gobierno de ocultar de no llamar a las cosas por su nombre y el ejecutivo, puede que sin darse cuenta, cae en la trampa. No es recomendable que el partido de Gobierno continúe dilapidando su capital político mediante errores de explicación. Urge comunicar, urge explicar y urge hacerlo ya.
2 comentarios:
Me ha gustado el comentario.
Sin duda: de Guindos, el Ministro que más sorpresa me ha causado... Para bien, claro está.Desconocía lo de la Universidad de Navarra; dato interesante.
Lástima que el Sr. Montoro no goce de las mismas virtudes... (suspiro).
Abrazo bien fuerte.
Gracias por el comentario. Está relacionado con la universidad de Navarra y con el Instituto de Empresa, si no me equivoco. Montoro es harina de otro costal, aunque parece que en las últimas comparecencias ha moderado un poco las formas.
¡Gracias de nuevo!
Publicar un comentario