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The Newsroom: un protagonista para persuadir

No decimos ninguna novedad si comentamos que The Newsroom es una buena serie. Intentaremos ser lo más inocuos posibles en el desarrollo de esta entrada para no ejercer de spoliers
El otro día, comentando con varios compañeros seguidores de la producción de HBO, hablábamos sobre la inteligencia de su creador para elegir al interlocutor más adecuado para rechazar y desmontar la política desarrollada por el Tea Party.
Aaron Sorkin ya tiene un hueco ganado en el espectro político con su aclamada serie 'The West Wing' en la que relata el día a día de la Casa Blanca durante dos mandatos demócratas. Ahí empieza el asunto. Sorkin elige a un equipo demócrata para protagonizar su historia. Esto podría hacerle ganar la animadversión de los espectadores republicanos en EEUU, que podrían acusar a la serie de mera propaganda demócrata.
Sin embargo, en esta nueva andadura, a pesar del marcado tinte político y de los juicios que se desarrollan a lo largo del vertiginoso guión de la serie, Sorkin ha elegido muy inteligentemente a un protagonista republicano. Un republicano descontento.
Nadie mejor que alguien que forma parte de tu familia (política) para zarandearte y hacerte caer en la cuenta de lo equivocado que estás. Sorkin lo hace a través de su protagonista, un antiguo fiscal registrado como republicano en las listas, para poner en duda nada más y nada menos que el movimiento conservador del Tea Party. 
A través de su rico guión, de sus razonamientos y de su capacidad para desmontar argumentos, las afiladas palabras del personaje consiguen conducir al espectador hasta hacerle ver en ocasiones, lo incoherente que puede resultar dicho movimiento con respecto a las posturas republicanas originales. 
Ya hemos hablado en alguna ocasión sobre la importancia de escoger bien al interlocutor adecuado a la hora de tratar de persuadir. Pues bien, de forma involuntaria (o no) The Newsroom es un buen ejemplo de ello. A nadie le gusta que su adversario le saque los colores o enumere sus vicios. Siempre es más sencillo persuadir desde la cercanía, desde una posición que sabemos que no resulta tan distante a la nuestra con la que podemos, en algún momento sentirnos identificados. 
La capacidad de sentir empatía por algún personaje a lo largo de un relato es esencial para que éste tenga éxito; para que enganche a la audiencia. Sea protagonista o no, cada cual tiene sus favoritos en una serie o película porque se siente más o menos identificado con él o ella, con sus aspiraciones o con sus circunstancias. Esto también es clave en cualquier discurso. 
Claro está que muchos republicanos desecharán la serie de HBO por ser parcial. Pero quizá, para aquellos que no lo hagan, esta producción pueda aportar algo a través de sus personajes. Un buen ejemplo de canalización de mensajes a través del interlocutor adecuado. 

2 comentarios:

Anakin dijo...

A mi me parece una súper serie. No me había parado a verlo desde ese punto de vista.

J. Pedro Marfil dijo...

Gracias por el comentario. Sí que es buena la serie, sí. ;)