A diario nos topamos con estos conceptos. Sabemos que son diferentes, pero ¿qué los diferencia realmente?
La identidad es lo que realmente somos, es nuestra propia esencia, mientras que la imagen es el resultado de lo que los demás perciben de nosotros. De este modo la imagen repercute en la identidad y viceversa.
El concepto que se crea hacia los demás o bien, hacia uno mismo, es crucial para las relaciones humanas. Intentamos "dar buena imagen" o "causar buena impresión". Las apariencias en este aspecto son determinantes y vale la pena recordar que sólo hay una primera vez en este tema. En demasiadas ocasiones no podemos rehacernos tras una mala primera percepción ajena. Mucha gente no se va a detener a conversar con nosotros si considera que no nos ajustamos a lo que esperan. De hecho, también nosotros lo hacemos. Si, por ejemplo, vemos a alguien cuyo aspecto no encaja demasiado con nuestras expectativas, no nos interesaremos por él. Es selectivo, es sencillo. Lamentablemente no debería ser así, en ocasiones, por hacer caso a esa primera impresión, a ese prejuicio, nos perdemos grandes cosas y magnificas personas que podrían aportar experiencias enriquecedoras a nuestra existencia. Del mismo modo podría producirse el efecto inverso. Nos interesamos por alguien cuyo aspecto nos atrae y en seguida nos damos cuenta de que no nos aporta lo más mínimo. Nos hace perder el tiempo.
La identidad es lo que realmente somos, es nuestra propia esencia, mientras que la imagen es el resultado de lo que los demás perciben de nosotros. De este modo la imagen repercute en la identidad y viceversa.
El concepto que se crea hacia los demás o bien, hacia uno mismo, es crucial para las relaciones humanas. Intentamos "dar buena imagen" o "causar buena impresión". Las apariencias en este aspecto son determinantes y vale la pena recordar que sólo hay una primera vez en este tema. En demasiadas ocasiones no podemos rehacernos tras una mala primera percepción ajena. Mucha gente no se va a detener a conversar con nosotros si considera que no nos ajustamos a lo que esperan. De hecho, también nosotros lo hacemos. Si, por ejemplo, vemos a alguien cuyo aspecto no encaja demasiado con nuestras expectativas, no nos interesaremos por él. Es selectivo, es sencillo. Lamentablemente no debería ser así, en ocasiones, por hacer caso a esa primera impresión, a ese prejuicio, nos perdemos grandes cosas y magnificas personas que podrían aportar experiencias enriquecedoras a nuestra existencia. Del mismo modo podría producirse el efecto inverso. Nos interesamos por alguien cuyo aspecto nos atrae y en seguida nos damos cuenta de que no nos aporta lo más mínimo. Nos hace perder el tiempo.
Volviendo a los conceptos base, podríamos decir que no sólo somos lo que nuestra esencia, sino también todo aquello que los demás piensan de nosotros.
Sería sencillo decir que no prestamos atención a este aspecto externo, a nuestra imagen, que nos da igual lo que el mundo piense de nosotros, pero aún así estamos decidiendo transmitir a los demás ese perfil y por tanto, pasará a formar parte de nuestra forma de ser, de nuestra esencia.
9 comentarios:
Gracias =)
Por cierto, el de la paella vive en mi casa de Málaga :P. Dice que te invita a que la pruebes cuando quieras y te demuestra que es la mejor del mundo.
Un besito y mucho ánimo
Estimado Marfil:
Cierto es que las personas sólo disponemos de una ocasión para causar una buena imagen cuando conocemos a alguien. El primer momento es crucial, porque puede modular un primer escenario de relación entre las personas pero, de ningún modo, creo que sea determinante. Me interesa de tu reflexión la parte de la identidad, la cuestión de la imagen es un tema que se supera por otras muchas circunstancias. Es más, creo que sólo los que tienen una permanente obsesión por su imagen se mueven en un círculo cerrado entorno a esta cuestión. En el mundo profesional la imagen se ve superada por la capacidad; en las relaciones afectivas la imagen se ve superada por el amor o el cariño; en las relaciones entre personas la imagen se ve superada por la lealtad, la amistad... La imagen es importante pero no tanto. Una buena imagen no es, en muchos casos, garantía de éxito en ninguna parcela de la vida. Si lo son la profesionalidad, la amistad o el amor. Tener buena imagen y estar vacío de valores no sirve de nada, o de muy poco. Por eso soy d ela opinión de que la imagen hay que cuidarla hasta cierto extremo, no obsesionarse con ella (tampoco se trata de ser un guarro) pero estar más obsesionado con la identidad, con lo que nos ahce auténticos por lo que somos y no por lo que podamos aparentar.
Estimado "Cóndor levantino":
Me sorprende muy grátamente su comentario. Estoy completamente de acuerdo con usted, pero mi "post" se refiere sobre todo a la imagen como "esencia" de uno mismo, hablo de la importancia de causar una buena impresión en el primer contacto, pero me preocupa más que opinen que somos unos "prepotentes" a que piensen que llevamos el pelo grasiento. Al fin y al cabo la segunda tienen una solución más sencilla. Totalmente de acuerdo, uno tiene que cuidar su imagen física lo justo y esencial. Si te tiras más de 5 minutos delante del espejo, puede que tengas un problema...
En unos días viene la segunda entrega de "Identidad e Imagen". Permanece atento al blog;)
Gracias de nuevo por tu comentario
hello,
those are not my photos.. i post photos of photographers that i like =o)
if you wana know my work visit: http://www.flickr.com/photos/marcelafae/sets/
=o)
bye bye and thank for your comment =o**
thanx =o)
A propósito de lo que dice Pedro Senior: Para según qué éxitos sí que basta una buena imagen (o poco más). Puede que no para el éxito que quizá persigamos Usted o yo, pero cada cual puede buscar uno diferente.
Aparte de esto, yo creo que la imagen también forma parte de la identidad. No creo en la división tajante forma/contenido. Es cierto que a un contenido no le corresponde una sola posible imagen y que a una imagen no le corresponde un solo posible contenido. A pesar de esto creo que el contenido, aparte de ser solamente observable a través de la forma, queda en parte determinado por esta.
No sé si me explico...
Gracias Txangurro. Probablemente el que no se explicó fui yo. El el texto intento hacer ver la importancia de ambos conceptos, el uno sobre el otro. Su reciprocidad.
Del mismo modo, llevas razón, la imagen exterior es necesaria en función del objetivo que cada uno se proponga.
Si quieres ser Mr. Mundo no tienes nada que hacer hinchándote a panceta...
Gracias por tu comentario, próximamente sacaremos la segunda parte de Imagen e identidad, espero tu comentario.
Considero la reflexión pragmática de pedro como un retrato de lo que hoy por hoy representa nuestra sociedad. Si bien los valores más importantes de un ser humano son aquellos que provienen de su esencia, de su estructura de valores, también creo que siendo más aristotélicos que platónicos, el texto nos situa en una realidad en la que la mayoría de la gente te califica por como luces o que traes puesto, siendo muy contadas las ocasiones en las que nos detenemos a descubrir a la persona, al ser humano.
Duro pero real!
Merci Beaucoup!
Gracias amigo, una vez más, por tu comentario.
Charlaremos sobre estas y otras muchas cosas.
Un abrazo
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