La actual coyuntura económica supone un nuevo hándicap
para las corporaciones locales. ¿Saben realmente los ciudadanos cuáles son sus
competencias? ¿Cuál es su capacidad y responsabilidad? Estas y otras cuestiones
son algunos de los temas a los que muchos responsables políticos se están
viendo obligados a dar respuesta durante los últimos meses.
J. R. Mora |
Las administraciones locales poseen una exposición directa
al ciudadano. Sienten de primera mano las
inquietudes y problemas de los municipios y en ocasiones, el desconocimiento
provoca que las quejas o reclamaciones que no están en manos de entes
superiores, recaigan sobre estos. Si a esto se le suma el actual contexto
político-económico y social por el que pasamos, en el que las administraciones
son miradas con recelo, la creciente desafección, y el predominio mediático de noticias de corte pesimista, logramos
acercarnos al complejo panorama que tienen por delante los entes municipales a
la hora de gestionar su desgaste a lo largo de una legislatura que encara el
trayecto hacia su ecuador.
En este panorama, de incertidumbre, pesimismo,
recortes, facturas sin pagar, nuevos impuestos y dificultades; la política
local se encuentra ante el reto de reinventarse para continuar mantener a los
ciudadanos al tanto de su gestión y de sus competencias.
A todo esto se puede añadir una dificultad más: la
ausencia de canales a través de los cuales comunicar a los ciudadanos en el
ámbito local, sobre todo si tenemos en cuenta a pequeños municipios y a
medianos que no son capital de provincia y que no cuentan con medios de
comunicación implantados a pequeño nivel.
En este sentido, la combinaciones de canales tradicionales de
comunicación (incluyendo la comunicación personal) con una buena estrategia de
comunicación on-line, que evite intermediarios y que cubra aspectos a los que
los medios no llegan, resulta muy conveniente.
No sólo es necesario determinar si llevar o no a cabo
determinada política sino explicar de manera convincente los motivos por lo que
se ha tomado tal decisión. Evitar el desgaste que supone la gestión a nivel
local en tiempos de crisis, supone un reto inherente al mandato no sólo para
los líderes políticos, sino también para sus equipos de comunicación. En este
contexto cobra una especial importancia dos recursos básicos de toda
organización: la coherencia y la cohesión.
La comunicación de la gestión se configura como un
auténtico arma para combatir este desgaste. Que los ciudadanos sepan cómo se
gasta su dinero, por qué se toman unas decisiones y se desechan otras y que se
haga a través de argumentos cercanos, creíbles y sostenibles supone el logro a
conseguir.
Mantener a todo el grupo motivado, desde secretarios
municipales hasta alcaldes pasando por personal administrativo, es una baza
importante. La proyección que ellos hagan de la gestión local dirá mucho a los
ciudadanos. Ser consciente de ello y trabajar por cohesionar los equipos de
trabajo manteniendo su unidad puede ser clave para afrontar la situación con
mayores garantías.
Uno de los elementos que más valoran los ciudadanos es
la coherencia y más en los tiempos que corren en los que muchos ven la
actividad política con cierto recelo. Aprobar recortes y pedir esfuerzos a los
ciudadanos pasa porque los líderes locales den ejemplo de ello. Mostrar
pequeños gestos palpables para proyectar lo que se exige es un buen inicio. No
ostentar, huir de la pompa e intentar acercar en la medida de los posible, los
procedimientos al ciudadano medio son parte del procedimiento. Conseguir
convencer de que las decisiones giran en torno al bien común es el gran reto.
2 comentarios:
Los ciudadanos de a pie normalmente no saben sobre las administraciones más que no estrictamente necesario, y a veces ni eso....¿quién se ha aprendido la ley del regimen local? la respuesta es clara..abogados...funcionarios y algún político....poco a poco las administraciones locales han ido adquiriendo más competencias pero el problema viene con la coyuntura económica actual...de manera que solo puedo decir..SALVESE QUIEN PUEDA.
fdo. Jorge Carlos
Pd. un abrazo primo
Gracias por el comentario.
Personalmente creo que toda crisis es un momento de oportunidad. Sería bueno un análisis de las disfuncionalidades de nuestro sistema administrativo para intentar mejorar su trabajo.
Gracias por estrenarte en el blog.
Espero que vuelvas ;)
Abrazo!!
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