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Comunicación de crisis: salud y enfermedades.

Una vez más, un jefe de Estado Iberoamericano tiene que dar un paso atrás por motivos de salud. En este caso, le toca a Cristina Fernández, en Argentina, quien tendrá que pasar en unos 30 días de reposo por una lesión cerebrovascular. 
¿Cómo afecta esto a la comunicación de Gobierno? Independientemente de los pasos formales a dar, en los que el vicepresidente sustituye a la viuda de Kirchner, se ponen en marcha diferentes mecanismos comunicativos que reduzcan al máximo la incertidumbre. Porque ese es el mayor handicap en este tipo de situaciones a la hora de lograr una comunicación efectiva para los equipos de Gobierno o campaña: la incertidumbre. 
Decían que el ser humano es una criatura insegura por naturaleza. Que todo aquello que crea e investiga está enfocado a reducir su inquietud hasta poder realizar el mayor número de predicciones y controlar lo mejor posible su entorno. En este caso no lo es menos. Cuando un líder cae enfermo la comunicación es crucial y debe estar enfocada a reducir al máximo las incertidumbres y de ser posible, crear un espacio favorable. 
¿Qué tiene? ¿Se recuperará? ¿Cuánto tiempo estará convaleciente? ¿Por qué habrá enfermado? ¿Quién estará ahora al mando? ¿Siguen sus proyectos en marcha? ¿Podrá volver plenitud de facultades? ¿Y si no? Estas son sólo algunas de las dudas que deben plantearse contestar todos los equipos que se enfrenten a este tipo de tesituras. Reducir las incertidumbres y con ellas, la potencial aparición de rumores que puedan extenderse y afectar a la imagen del líder o a la propia gobernabilidad. Este es el primer paso, después puede crearse el espacio necesario para hacer campaña o entablar mensajes más contundentes que favorezcan atraer apoyos hacia el líder.
Antes de CFK ya estuvieron Chávez, Evo Morales o Lula da Silva. Pero no hay que irse tan lejos. En nuestro país, el propio Rubalcaba, Esperanza Aguirre o María Teresa Fernández de la Vega son algunos de los líderes que han tenido que tomarse un retiro forzado antes de volver a la actividad. Esto nos debe hacer caer en la cuenta de la importancia de la existencia de un completo protocolo de comunicación de crisis para enfrentar este tipo de situaciones con la mayor soltura posible. Merece la pena recordar que el desarrollo de un plan de comunicación de crisis es fundamental en cualquier organigrama. ¿Por qué? Porque mientras más automatizados estén los procesos y más asimilados por el conjunto de los actores involucrados, mejor. Un contexto de crisis es un momento complejo en el que entran muchos factores en juego y la presión puede convertirse en un elemento diferenciador que defina un resultado positivo o negativo. Por eso, tener un plan detallado que contemple la metodología a seguir y en el que todos tengan soltura, es muy positivo. 
Como en todo contexto adverso, en el caso de problemas de salud es esencial tomar la iniciativa. Determinar un mensaje lo suficientemente consistente como para soportar el 'bombardeo' de dudas y hacerlo valer para acallar rumores. En el caso concreto de Cristina Fernández tiene la complicación de que en breves se celebrarán en Argentina elecciones legislativas en las que se juega la buena parte de su capacidad de maniobra para la segunda parte de su mandato; por lo que la exigencia en su equipo será máxima. 

2 comentarios:

Esther Píscole dijo...

Amigo Pedro,

Como siempre tan acertado en tus comentarios. En momentos de "cambio" es cuando un gabinete de asesores (en el caso de la pólitica) o un departamento de comunicación (en el caso más institucional) se lo juega todo. Es ahí donde se demuestra la clase y la valía o no de los mismos.
Lo importante en estos casos será preparar un buena campaña de comunicación asumiendo todos los supuestos posibles para no dejar nada a la improvisación, y pensar en el interlocutor (la sociedad) como un ser preocupado y consciente de la realidad, que piensa por sí mismo y que está dotado de una cierta inteligencia (algunos más, otro menos...). Sólo así se conseguirá disminuir la rumorología y ganar en confianza y credibilidad.
¡Qué importante es la claridad y qué poquito les gusta utilizarla a los políticos! Y qué flaco favor hacen comentarios como "los salarios no están bajando en España, sino moderando su crecimiento" a la moral y a la paciencia social.
Un poquito más de calidad política ante un pueblo al que se lo debe TODO.

Gracias siempre por tus análisis.

J. Pedro Marfil dijo...

Muchas gracias por tu comentario.
Comentaba el otro día Miguel Ibabe en twitter (@MIB_MIB77) que algunas de las preguntas que un político debía hacerse al llegar al poder eran:
1. ¿Por quién estoy aquí?
2. ¿Para qué estoy aquí?
3. ¿Por qué estoy aquí?
Sería un ejercicio interesante. Quizá les acercase un poquito más con la realidad.
Abrazo y gracias de nuevo por el comentario