No se equivoquen. La bubuja Clegg no ha estallado, han sido sus votantes o "supuestos votantes" los que no han respondido. El candidato de los liberales ha hecho todo lo que ha estado en su mano durante la campaña para conseguir una representación respetable en el Parlamento y sin embargo, por culpa por un lado de la ley electoral que ya comentamos en otra entrada, y por culpa del llamado "voto útil" los liberales se quedan con una sensación más agridulce que nunca: han tuteado a Tories y Laboristas durante la campaña, pero vuelven a la cruda realidad: poco más de medio centenar de escaños.
La ley electoral es la culpable de que con aproximadamente 7 puntos menos que los Laboristas tengan cerca de 200 representantes menos. Mientras, el partido capitaneado por Gordon Brown, con una diferencia cercana también a los 7 puntos respecto a los Conservadores, apenas se quedan a unos 40 escaños. Inquietante reparto.
Por otro lado, están los "supuestos votantes" de los que hablábamos al principio. Y es que según las encuestas de hace apenas unos días, la intención de voto para los laboristas era de entre el 28 y el 31%, cuando finalmente se han quedado en apenas el 23%. Esto podría decirnos dos cosas: bien las encuestas en Reino Unido son poco fiables, bien los encuestados en Reino Unido no son demasiado sinceros. Pero ni lo uno ni lo otro. Simplemente, el ciudadano británico ha decidido hacer lo que llamamos como "voto útil". Ese que en España hace tanto daño a Izquierda Unida y que hace que los electores se decanten por una opción con la que no se sienten tan identificados pero que tiene más opciones de ganar.
En el caso de las islas se acentúa este efecto dado que el sistema no es proporcional en función del porcentaje de voto, sino de los vencedores en las diferentes circunscripciones. Pero el resultado no es malo para los Liberales. Nada más lejos de la realidad. A pesar de que han disminuido en número de escaños, los números de los dos principales partidos, hacen que por vez primera sean la llave para formar gobierno en Reino Unido. De ellos dependerá en gran medida la formación del ejecutivo. Tomen la decisión que tomen les dará poder y presencia en los medios, factores básicos para crecer.
Clegg ya ha dado prioridad a Cameron, lo que resultaría sería un ejecutivo fuerte capaz de aprobar medidas que se verían dificultadas si no tuviese mayoría. Pero por el otro lado está Brown y su propuesta de reforma para la ley electoral, lo que le daría alas a los Liberal-Demócratas. Todo dependerá de la oferta final de unos y otros y de las capacidades para llegar a un acuerdo. Empiezan a verse las cartas sobre la mesa.
The campaign is over, bettings began*.
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Infografía: El País
*Se acabó la campaña, empezaron las quinielas.
Infografía: El País
*Se acabó la campaña, empezaron las quinielas.
2 comentarios:
Muy de acuerdo con el comentario. Si me lo permites, un apunte adicional: dado el sistema electoral, tiene muchísima importancia la elección del candidato en las respectivas circunscripciones. ¿Es posible que ahí los liberales hayan pinchado? (reconociendo, en cualquier caso la trascendencia de la comunicación global y de los líderes en liza, por supuesto)
Como siempre, gracias por el comentario.
Desde mi punto de vista el factor determinante es el sistema electoral. No creo que sea cuestión del candidato específico de cada circunscripción, aunque seguro que hay casos concretos en los que así será, pero creo que en unas elecciones generales tiene más "peso" la visión global de los comicios.
Un abrazo
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