Desde hace un tiempo se han venido instaurado nuevos formatos televisivos en espacios de temática política, el conocido por algunos académicos como "infoentretenimiento". Se trata de programas que presentan de forma atractiva el debate parlamentario a través de formatos novedosos en el tema, en ocasiones importados, en ocasiones adaptados de otros segmentos periodísticos, como el periodismo deportivo o el del corazón.
Sin ir más lejos, hace unas semanas, el PSOE llevó a cabo un movimiento estratégico curioso. El ministro de fomento, José Blanco, acudió a un conocido programa de máxima audiencia (y tintes faranduleros) para explicar la nueva política económica del Gobierno. El planteamiento es bien sencillo ¿Qué debemos hacer? Explicar a la gente cuáles son las medidas que vamos a tomar. ¿Cómo hacerlo? En lugar de dar una rueda de prensa a la antigua usanza, el dirigente se presentó en este programa, para "meterse" en casa de los españoles en horario de máxima audiencia y argumentar los cambios que preocupan a la gente. Objetivo conseguido. Informar se informó de forma más completa que en los segundos que dura una pieza en un informativo. Convencer, era otra cosa.
Este es sólo un ejemplo de los nuevos formatos de comunicación política que se están desplegando, como el conocido 59 segundos o Tengo una pregunta para usted. Formatos en los que se pone a prueba a los políticos en un terreno que no es habitual para ellos, pero al que poco a poco también se van acostumbrando. Aunque no todos son tan espectaculares. Los magacines matinales son otro espacio al que los políticos asisten para darse visibilidad y explicar a los ciudadanos sus posturas.
Hay muchos que se muestran reacios a este tipo de formatos televisivos. Algunos argumentan que se trata de dar a la política un carácter demasiado comercial, sin embargo no hay que menospreciar la labor de acercamiento que desarrollan. Ni política espectáculo, ni espectáculo político. Y es que, algunos de estos programas, con un desarrollo atractivo y absorbente consiguen captar la atención de muchos espectadores que con entrevistas o informativos tradicionales, quizá no se interesasen por temas políticos. Aun así, los políticos han de ser conscientes han de administrar coherentemente su presencia en dichos medios para que no resulte contraproducente.
La política, debe pertenecer a los todos. Ya hemos hablado en otras ocasiones de la necesidad de emplear un lenguaje cercano. De nada sirven los discursos técnicos y llenos de figuras retóricas si no se hace llegar un mensaje claro. Sujeto, verbo y predicado. Sin más.
3 comentarios:
Desde un punto de vista de marketing político es interesante el movimiento que ha realizado "Pepiño"...
Ahora bien, como ciudadano, no hace sino "chirriarme" el estilo populista y chabacano de nuestro Ministro de Fomento. Los programas rosa no me parecen los medios indicados para la comunicación política... "59 segundos" o "Tengo una pregunta para usted" sí me parecen programas de televisión adecuados; por formato, vocación y desarrollo... Al menos no tienen a toda es caterva de periodistillas y sujetos infames pululando por el plató.
Supongo que será cuestión de estilo...
Gracias por el comentario.
Sin duda son formatos diferentes. Su empleo dependerá de la estrategia comunicativa del gabinete del político en cuestión. Como comentamos en la entrada, hay que saber cuál es el valor añadido de cada programa y las consecuencias de intervenir en ellos.
Gracias de nuevo.
Cito al Sr. Alcalde de Alhaurín El-Grande: "Esto es lo que nos queda con la República Bananera de Zapatero"...
Todo un Sr. Ministro de unas de las potencias mundiales (aunque cada vez menos) en un programa del corazón...apaga y vámonos.
Yo sólo pido seriedad a los políticos. Pero como no la hay, ni de un bando ni de otro, prefiero pensar y estar a otras cosas.
Saludos.
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