Este tipo de encuentros en ocasiones vienen rodeados de cierta polémica. A los ciudadanos les cuesta comprender, en un momento de austeridad económica, los desplazamientos, las banderolas y todo el gasto posiblemente evitable que rodea a estos eventos.
Pero, veamos para qué puede servir el desarrollo de este tipo de reuniones.
Pero, veamos para qué puede servir el desarrollo de este tipo de reuniones.
- Cohesión: Los mensajes y las dinámicas sirven para afianzar la unión entre militantes y dirigentes. Suele ser positivo desconectar de las rutinas de trabajo para comentar situaciones en un contexto diferente.
- Movilización: En el caso de la conferencia política del PSOE, ha sido un encuentro vital de cara a la movilización de las bases del partido. El discurso de clausura de Rubalcaba fue una arenga en toda regla para retomar el trabajo de base de la militancia, su convicción en el mensaje del partido para poder convencer al electorado y traer de vuelta a las bases.
- Motivación: Muy relacionado con el punto anterior. Un discurso es más convincente si es trasmitido con entusiasmo. La interiorización del mensaje es vital para conseguir persuadir con éxito.
- Coordinación: A efectos operativos, al igual que una reunión de empleados, un encuentro político puede ayudar a optimizar la coordinación entre agrupaciones. La puesta en común de métodos de trabajo, problemas e inquietudes puede suponer un impulso en determinadas situaciones.
- Visibilidad: Independientemente de todo lo anterior, un encuentro de estas características supone una verdadera oportunidad de cara a trasmitir el mensaje deseado. La concentración de dirigentes, responsables y personalidades hace que los focos se centren en todo cuanto allí suceda.
Estas son algunas de las consecuencias que puede tener una conferencia. No esperen ningún repunte en la intención de voto ni un cambio radical en los principales dirigentes o en el partido. Los cambios son lentos y progresivos, pero necesitan de este tipo de actos, como catalizadores, para llevarse a cabo.
En el caso concreto de la conferencia política del PSOE volverá a incidir en la comunicación piramidal, como herramienta para volver al trabajo con la base de la militancia, el objetivo primario del partido. No se puede ganar una elección con los simpatizantes desencantados y para ello se han destinado ocho meses de trabajo en las agrupaciones locales; para lograr que el conjunto del partido sienta el discurso como su discurso.
No esperen un PSOE más 'rojo', ni a un Rubalcaba ganador. Aguarden a las bases, donde realmente se gestionan los grandes cambios. Ellas han sido las destinatarias y las beneficiadas con el encuentro, en ellas estará, como siempre ha estado en todos los partidos, el devenir de la elección.
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