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From Hope to Trust


Ya hemos comentado en algunas ocasiones las grandes posibilidades de que el gobierno de Barack Obama no satisficiese a todos. Esta semana, se cumplió un año desde su toma de posesión. Un año que no ha sido nada sencillo para el mandatario estadounidense y que ha puesto de manifiesto la caída en picado de su valoración entre la ciudadanía norteamericana.
El aniversario ha coincidido con la victoria de un republicano para ocupar el escaño por Massachusetts que durante más de cuarenta años ocupó el fallecido Ted Kennedy, factor que ha provocado que todos los focos apuntasen aún más al decaimiento del líder afroamericano.
Los demócratas, y concretamente Obama, sufren las consecuencias de una expectativa insatisfecha, como ya hemos mencionado en alguna ocasión. La “mesianización” sufrida por el mandatario ha provocado que su valoración cayese desde el preciso instante en que asumió el cargo. Ya se escucharon críticas el mismo día de su toma de posesión “Me ha decepcionado su discurso” decían algunos. Y decepcionó, porque desde el preciso instante en que consiguió un “imposible” (ser el primer afroamericano en ocupar el despacho oval*) la gente pareció creer que no habría nada que Obama no pudiese hacer. El cierre de Guantánamo, la guerra de Irak, la sanidad, el desempleo… Lo haría todo y lo haría rápido y bien.
Ya ha pasado un año y no ha conseguido hacerlo todo, ni con la celeridad ni con la contundencia que muchos desearían. A todo esto se añade la feroz oposición republicana, atenta a cualquier desatino -especialmente en lo relativo a la reforma sanitaria- para sacar el mayor rédito político; y la entrega del Premio Nobel de la Paz. Esto último ha sido uno de los principales motivos por el que ha dejado de cosechar simpatías en el ámbito internacional con los argumentos que ya analizamos en su momento.
Al presidente estadounidense le aguarda un 2010 más intenso aún si cabe. En el segundo semestre le esperan unas elecciones que podrán reducir la mayoría demócrata en el Congreso y en el Senado. Si las reformas propuestas por Obama no han sido fáciles de sacar adelante, menos lo serán a partir de noviembre, en caso de perder dicha mayoría.
En cualquier caso, se trata únicamente de conjeturas. Lo que ya es un hecho es que el presidente Obama cierra su primer año de mandato con una valoración inferior a las que tuvieron Clinton y el propio George W. Bush en sus primeros 12 meses en la Casa Blanca. Aún queda mucho tiempo y sobre todo, mucho trabajo también en materia de comunicación. Comunicación para trasmitir a los ciudadanos que las reformas prometidas no se pueden hacer de la noche a la mañana y para pasar de la esperanza a la confianza: From Hope to Trust. 




*Después de Morgan Freeman en Deep Impact

4 comentarios:

Apuntes de Derecho dijo...

Somos unos borregos de categoría, de los de lanita y todo. ¿Alguien se creía que todo lo que prometía Obama iba a ser en un año?

Esto es lo que ocurre cuando el pueblo, ávido de cambio, se ciega por un lider.

Tiempo. Este señor es un buen Presidente y si no pasa a la historia por grandes logros será porque las circunstancias (senadores republicanos incluidos) no le dejan.

rrrrr dijo...

Obama dijo en su día que iba a cerrar Guantánamo, a acabar con los paraísos fiscales, a restituir a Zelaya, a establecer un sistema sanitario público...

Viendo todo esto, entiendo que lo más cerca que ha estado de cumplir una promesa ha sido diciendo que le va a pagar el seguro privado a los que menos tienen y que va a prohibir que las aseguradores nieguen el seguro a clientes enfermos. En fin, dinero público para engordar el sector privado, que es lo que allí entienden por Estado de bienestar. Como paso intermedio para que se dé esta ganancia del empresariado, se presta un servicio social, que es la lógica capitalista.

Luego le dan el Nobel pese a abrir nuevas bases militares en Colombia (luego decimos que Chávez está montando una carrera armamentística, ¡eh!). Nada más lamentable desde que Kissinger el montadictaduras lo recibió en su día.

Este hombre es más de lo mismo, solo que con los mejores asesores de imagen. Si consiguen sus opositores neutralizar esta ventaja, ahí quedó Obama.

J. Pedro Marfil dijo...

Gracias por los comentarios. Como podéis ver es un tema complejo que suscita diversidad de opiniones. En cualquier caso, las habilidades comunicativas de los demócratas deberán aplicarse a toda medida para involucrar a la sociedad americana y revertir la actual situación de cara a las elecciones de noviembre.
Estaremos pendientes.
Un abrazo.

Ian Pérez dijo...

Desde mi punto de vista es lógico que la popularidad de Obama se haya metido un batacazo... Se ha empeñado en ser el "President" de todos y los republicanos no le han dejado. ¿Utopía? Quizás. No lo sé.
El Presidente Obama ha acudido raudo al llamamiento "moral" y "mundial" por el control del sector financiero así como ha logrado calmar las aguas de la escena internacional (en cierto modo y con un montón de matices). De cualquier forma muchos desearíamos, aún desde fuera, más celeridad en las reformas internas (sanidad, políticas de integración de minorías...). Como decimos en España: las cosas van despacio en Palacio. Y, como decimos los gallegos: MALOSERÁ.